viernes, 19 de diciembre de 2014

¿Formarás parte de esta cadena?

   La lectura es una cadena. Es una cadena porque nos conecta a todos nosotros con otros elementos para que pueda nacer eso a lo que llamamos lectura. Los lectores necesitamos libros que leer, estudiar e interpretar, los cuales a su vez necesitan de un escritor que los redacte, quienes necesitan inspiración y talento para poder plasmar tanto emociones como conocimientos en sus obras. Todos estos elementos en su conjunto, enlazados entre sí como si de una cadena se tratase, componen el avance cultural más importante para el hombre.
   No debemos confundir el hecho de leer un texto con el de comprenderlo. Podemos leer algo sin ganas o sin gusto y no comprender nada, pero jamás podremos comprender un texto sin leerlo exhaustivamente. Obtenemos una idea global en la primera lectura y, en las siguientes, podemos comenzar a exprimir el texto, sacarle jugo y establecer la idea principal y la intención del autor.
   Muchas personas creen que el gusto por la lectura es algo con lo que se nace. No. Rotundamente no. Obviamente, podemos sentir necesidad y pasión por la lectura de forma natural desde muy pequeños, pero ¿y todas aquellas personas que, por circunsancias de la vida, no han podido ir al colegio y aprender a leer o saber siquiera lo que es un libro? ¿y las que no han sido debidamente influenciadas para obtener el magnífico hábito de la lectura? ¿acaso no pueden ellas esconder un lector apasionado en su interior? Incluso las personas que ya conocen los libros y la lectura y creen que no es de su agrado pueden llegar a apreciarla y establecerla como algo común en su vida, siempre y cuando se comprometan a unirse profunda y sinceramente en esta cadena de ávidos lectores, vehementes escritores y novedosos medios. 
  Los niños son como esponjas, siempre absorbiéndolo todo con una capacidad que roza lo imposible, por lo cual es una fructuosa y gratificante tarea el inculcar el hábito de la lectura en los pequeños y en los no tan pequeños. Ya seas un padre, una madre, un hermano o un amigo, mi consejo es que comiences por adquirir la costumbre de leer, tú en primer lugar, y que esa costumbre llegue a tener raíces sólidas para poder dar lugar a brotes sanos y fuertes. La imitación es la mejor técnica de aprendizaje desde tiempos remotos. Después de esto, llega el momento de transmitir la gran vía de conocimiento que la lectura puede llegar a ser e intentar que alguien más forme parte de esta increíble e inmensa cadena.
   En mi blog encontrarás una amplia variedad de libros de distintos géneros listos para ser leídos. Espero que tú también quieras formar parte de esta cadena lectora.

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